🗺️ 1. Para verificar que la información gráfica y alfanumérica coincidan
En catastro, cada predio tiene datos alfanuméricos (número de lote, propietario, superficie, etc.) y representación gráfica (plano o polígono georreferenciado).
Una validación gráfica alternativa permite comparar visualmente estos dos mundos para asegurarse de que no hay errores.
👉 Ejemplo:
Si en la base de datos dice que un terreno tiene 500 m² pero en el plano se ve de 800 m², la validación gráfica permite detectar esta inconsistencia fácilmente.
📏 2. Para revisar límites y colindancias
A veces, dos predios pueden superponerse o quedar con huecos entre ellos. Esto no siempre es evidente en una tabla, pero sí se nota en un mapa.
La validación gráfica alternativa permite ver si las líneas de colindancia están bien definidas.
👉 Ejemplo:
Si hay un traslape entre dos parcelas, al activar una vista gráfica se detecta de inmediato y se puede corregir antes de emitir certificados o inscripciones.
🧭 3. Para asegurar la correcta georreferenciación
Una validación visual permite comprobar si el polígono del predio está en su lugar correcto en el mapa base (calles, ríos, coordenadas oficiales).
👉 Ejemplo:
Un predio podría estar desplazado unos metros; numéricamente parece bien, pero gráficamente se nota que no coincide con la realidad.
🏢 4. Para facilitar auditorías y actualizaciones catastrales
Cuando se hacen levantamientos o se migran datos, una validación gráfica alternativa permite verificar lote por lote rápidamente, sin revisar tablas complejas.
👉 Ejemplo:
Un técnico puede encender una capa de polígonos nuevos y otra de antiguos, para ver visualmente si hay diferencias, omisiones o duplicados.